A lo largo de mi experiencia trabajando con mujeres me fui dando cuenta de que utilizando visualizaciones como complemento del masaje, aumenta la relajación, la apertura y la conexión de la mujer consigo misma. Elementos que considero fundamentales para mejorar el bienestar, aliviar contracturas y encontrar formas personales de canalizar el stress de la vida diaria.
Al mismo tiempo, las visualizaciones nos permiten como mujeres ponernos en contacto con nuestra sabiduría, creatividad e intuición innatas, siendo nosotras mismas activas en nuestro camino a un mayor bienestar.
De estar forma, el masaje es una experiencia terapéutica a nivel corporal, ya que alivia contracturas (recientes y antiguas) y sobre carga de stress; a nivel emocional, porque limpia emociones estancadas y genera una sensación gratificante y de bienestar. Esto se siente a nivel mental, ya que nuestro intelecto se tranquiliza, y da permiso de salida a las necesidades y a los deseos del corazón.
