domingo, 21 de abril de 2013


El ser humano es un Todo, una Unidad: cuerpo, mente, espíritu, corazón – Amor, y todas aquellas otras áreas y cualidades que nos identifican.

Cada Ser tiene un propósito, una misión, y una forma perfecta de compartir con los otros los dones que el Universo le brindó, y así manifestar el Amor en la Tierra.

Para expresar en plenitud y generosidad aquella Luz que realmente somos, en toda su calidez y abundancia, es importante sanar nuestras heridas previas.

Los cristales son una fuente inagotable de sanación, brindan alivio instantáneo a nivel físico, psíquico y emocional.

Al igual que el conectar con Ángeles y otros seres del plano sutil, todos podemos beneficiarnos del poder curativo de los cristales, si tenemos Fe, confiamos en ellos y nos abrimos para permitir su ayuda.

Las  piedras tienen la capacidad de absorber la energía de la Tierra, dado que se encuentran adheridas a ella. Cuando son extraídas y se ponen en contacto con los seres humanos, transmiten su fuerza y su poder, colaborando en la sanación integral del Ser y facilitando la apertura de nuestro corazón.

Agustina María Bassi

jueves, 18 de abril de 2013


En mayo comienza el Círculo para Mamás con Bebés
Un espacio de contención para sanar las dudas, los miedos, las inseguridades habituales de esta etapa.

Para poder compartir los propios logros, descubrimientos, sueños y anhelos que trae la maternidad.
Conectarnos con nosotras mismas, con nuestra sabiduría innata, para poder criar con Amor, confianza y contención a nuestros niños.
Utilizaremos el recurso del masaje para bebés para compartir con ellos desde el contacto, cálido, sano y nutritivo, manifestando todo el amor que llevamos dentro y recibiendo a cambio plena gratitud, pleno corazón.




Informes e Inscripción: Agustina Bassi. 15-6262-7614/agustinabassi@live.com.ar

miércoles, 17 de abril de 2013

Círculo de Sanación con la Energía del Amor 27/04

La intención profunda de este encuentro de corazones, es que nos abramos para poder encontrar y manifestar el Amor que todos llevamos dentro, colaborando en nuestra propia sanación y compartiéndola con el otro