El ser
humano es un Todo, una Unidad: cuerpo, mente, espíritu, corazón – Amor, y todas
aquellas otras áreas y cualidades que nos identifican.
Cada Ser
tiene un propósito, una misión, y una forma perfecta de compartir con los otros
los dones que el Universo le brindó, y así manifestar el Amor en la Tierra.
Para expresar
en plenitud y generosidad aquella Luz que realmente somos, en toda su calidez y
abundancia, es importante sanar nuestras heridas previas.
Los
cristales son una fuente inagotable de sanación, brindan alivio instantáneo a
nivel físico, psíquico y emocional.
Al igual
que el conectar con Ángeles y otros seres del plano sutil, todos podemos beneficiarnos
del poder curativo de los cristales, si tenemos Fe, confiamos en ellos y nos
abrimos para permitir su ayuda.
Las piedras tienen la capacidad de absorber la
energía de la Tierra ,
dado que se encuentran adheridas a ella. Cuando son extraídas y se ponen en
contacto con los seres humanos, transmiten su fuerza y su poder, colaborando en
la sanación integral del Ser y facilitando la apertura de nuestro corazón.
Agustina
María Bassi