domingo, 21 de abril de 2013


El ser humano es un Todo, una Unidad: cuerpo, mente, espíritu, corazón – Amor, y todas aquellas otras áreas y cualidades que nos identifican.

Cada Ser tiene un propósito, una misión, y una forma perfecta de compartir con los otros los dones que el Universo le brindó, y así manifestar el Amor en la Tierra.

Para expresar en plenitud y generosidad aquella Luz que realmente somos, en toda su calidez y abundancia, es importante sanar nuestras heridas previas.

Los cristales son una fuente inagotable de sanación, brindan alivio instantáneo a nivel físico, psíquico y emocional.

Al igual que el conectar con Ángeles y otros seres del plano sutil, todos podemos beneficiarnos del poder curativo de los cristales, si tenemos Fe, confiamos en ellos y nos abrimos para permitir su ayuda.

Las  piedras tienen la capacidad de absorber la energía de la Tierra, dado que se encuentran adheridas a ella. Cuando son extraídas y se ponen en contacto con los seres humanos, transmiten su fuerza y su poder, colaborando en la sanación integral del Ser y facilitando la apertura de nuestro corazón.

Agustina María Bassi